El libro de José Gabarre (Huesca 1984). Es enfrentarnos ante el estupor. Ser testigos y sumergirnos en Historias de la Historia. Si no ha dicho otro, yo lo diré. Para mi el acto de escribir es un acto de enajecnación mental.
Vemos al poeta de imágenes y metáforas no es una poesía para ser cantada pero si para el deleite del lector.
La rima y la métrica no existen en «mi hambre negra». Sí el ritmo, el pálpito y el púlpito.
A veces nos encontramos a algunos de estos poemas que compenden esta obra. Tal como si fueran lagartijas:
Cita a personajes históricos a que montan una orgía adentro del poema
¡Oh madre que será de polonia¡
cua- cua
Mi hambre Negra
Nos dice Gabarre.
Si díficil es la poesía ya que está dire 3/5 partes de filosofía se pueden imaginar la categoría del crítico.
Estos salmos de lejía. En unas navidades en un Hospital de Huesca. Digo esto por el éxtasis de la catarsis. Este libro de es un libro de Historia versado, en verso libre.
El hombre tiene hambre de cuerpo o alma?
Hay en el libro de Gabarre poemas para el espíritu y poemas para lo carnal. Las dimensiones despueblan/ el campo de la tinta y el poema aparece como ejercicio del poeta. Se despertará el día y al amanecer de una noche sin luna el poeta despertara al nuevo día leerá un Evangelio de lejía. Brindara mientras cuelga a Lao Tsé en el Tao y el poema es innovador.
Vemos a Pere Gimferrer en Arde el mar. Yo digo que sí.
A veces la rima y la métrica no hacen la poesía. El ritmo y el momento en el que todos queremos tirar la toalla, o intentar coger el rabo de la lagartija. Con ese estupor detenerlo entre las manos.
Se conquistara el Franco Condado en un período de 32 años.
El ritmo y la metáfora, la imagen, la tristeza ensambladas de otras épocas y lo vanal de la cópula.
Es el territorio de este libro.
Cae la noche descubre al Gabarre interior en el vaho de los ojos de las lagartijas, del tapizado de carne de los periódicos, de Nadia Comanecci llegando al 10 absoluto. Un visigótico dolor en la neblina. Y una esquizofrenia embarazada, el feto es la justicia. No, no ese niño no poblará la raíz del universo

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